dilluns, de juliol 07, 2008

A veces es fascinante la belleza de las cosas,
que llega con la calma después de la tormenta;
hace que se dibujen nuevamente los contornos de la realidad.

Parece que al acariciar las cosas éstas se forman de nuevo bajo tu piel:
todos los huesos,
todos los órganos y músculos arreplegándose bajo tu mano para que puedas tocarlo.


Sólo eres ese tacto,
cada partícula de tí es un poro de piel,
una extremidad de una extensión sensible de tu dedo creada especialmente para que pudieras estar ahí:


tú, creada para que, en ese momento,
estuvieras acariciándolo.


"Le acariciaba así, suavemente, dibujándole la mñusica sobre la piel" (Rayuela - Cortázar)

1 comentari:

carlota ha dit...

gràcies per iniciar-me
hòstia que sectari sona això

m'agrada el text, i m'alegro de veure que segueixes escrivint al blog amb regularitat.

ens veiem dijous?